"Warschauer Ghetto", El gueto de Varsovia

Mara:

Pensba escupirle en la cara pero...se contuvo.Una lkágrima se deslizó por u mejilla.

-Si...-titubeó

Mara:

Asintió, aun sollozando.

Mara:

-¿¡qué?!-susurró.

Mara:

"me niego a darle clases a la niña esta"

-Yo? que?-dijo aun con lagrimas

Mara:

Arqueó una ceja y se quedó boquiabierta.Solo necesitaba sus cosas, las que le había arrebatado al meterla en el gueto.

-Ne...necesito mis pertenencias, afinadoras, libros y todo lo demás-dijo mirándolo

Mara:

"mala muerte? tu lo que necesitas es una camisa de fuerza"

Cogió de mala gana el saxofón y comenzó a tocar una pieza de jazz que le encantaba.Cerró los ojos para sentir la música, aunque de vez en cuando entreabría uno para mirar al soldado.

Mara:

Paró, y se quedó mirando a la niña.Si, sin duda, tenía pinta de "dulce niña de papá" ueno, en este caso niña de tio...

Le enseñaríua unas cuantas escalas diciendole que tocaba muy bien y tenia gran potencial y punto.

Se quedó mirándolos.

Jaroncyk

Pues en bastantes líos estoy metido ya, que seguro que otro no importa en absoluto. ¿Quién si no se encarga de alimentar a los niños a base de robar alimentos? La galleta que te di antes tiene más vitaminas que seis sopas de sobre de esas que dais juntas. - Afirmó Jaron. - Aquí en este guetto se sobrevive a base de meterse en líos. Y con respecto a Franz Bergmann, pues no te entiendo. Si es por una promesa de poder, vete a los EEUU... me han dicho que el presidente Roosevelt, o como se llame, es un buen democrático. ¡Ahí todos tienen el poder de la palabra! - Hablaba emocionado por que por fin podía expresar sus conocimientos de cultura general.

- Si no tienes a donde ir, hay una especie de salon abandonado debajo del almacén, del que accedes desde una grieta. No es un sitio muy lujoso, pero tiene sillones y una cocinilla con algo de gas donde pongo en práctica algunos conocimientos de cocina. y algunos mobiliarios carcomidos, pero es mejor que algunas de esas camillas que tienen para los judíos...

Jaroncyk


- En este lugar se fusilan a varios por tan solo uno que estornuda delante de un oficial, y que los estoy traicionando? Créeme, ellos preferirían que ayudara a uno nuevo a que lo dejara tirado. Eso sí, tendrás que colaborar en muchas cosas, pero nada difícil. Bueno, yo tengo que cocinar algunas cosillas, que viene siendo la hora del almuerzo. Pregunta a algunos judíos y diles que vas de mi parte, y ten esto. - Le cedí un papel con una firma. - Si no llevaras eso, no creerían que te he enviado. Después de todo, llevastes a fusilar a muchos.

- Se levantó del suelo de un salto, y se despidió con un gesto.

Mara:

Uno de los soldados le quitó el arma de la espalda.Suspiró aliviada, se quedó mirando al soldado (Franz) para ver su critica de la pieza.

Mara:

"Eso lo veremos, a mi me pagas y me largo"

Se quedó mirando a la niña, que aspecto de niña rica, repugnante

Mara:

Los soldados llegaron con cajas, donde estaban sus cosas.Lo primero que vio y cogio fueron sus pendienes y collar.
Fuera lo que mas le fastidió que le quitaran.
-Algo más, Bergmamn?-dijo mirándolo con una ceja enarcada,mientras se ponia los pendientes.

Jaroncyk



El trabajo se le había echado encima y había tardado más de lo previsto. No obstante, había ayudado mucho para arreglar unas cuantas camas y dar comida a otros cuantos. Cuando tuvo la más remota posibilidad, se había ido de su lugar de trabajo, y andando con despreocupación, se iba comiendo una galleta. Se acercó hasta su escondrijo favorito y se dejó ver.

- ¡Salud! - Dijo a la chica que se encontraba en el interior. - Te veo con apetito; en aquella especie de cajonera hay algunas galletas y chocolatinas, aunque estaba a punto de freír algo. ¿Quieres? -Preguntó sin esperar una respuesta negativa, y se puso a sacar los ingredientes y la sartén.